LA LENCERÍA PERFECTA 💋

TU LENCERÍA PERFECTA 

Elegir lencería para mujer no es tarea fácil ya que es una prenda de lo más íntima. Además muchos creen que si no tienes un cuerpazo no puedes llevar una lencería sexy. Y es hora de dejar esa idea atrás. 

te ayudaremos con algunos tips para que no te cueste nada escoger la lencería que vaya con el tono de piel, con la forma de tu cuerpo y te veas hermosamente sexy.

Escoge la talla adecuada: 

La mayoría de mujeres no conoce su verdadera talla de brasier, ni de ropa interior. Busca el tamaño adecuado que vaya con la medida de tu espalda y la copa de tu pecho.

Busca un material adecuado:

Si quieres triunfar con la lencería para mujer, ten en cuenta que el material es la clave. Olvídate de usar algodón, déjalo para el día a día. Para los días especiales, hazte con lencería para mujer de seda, transparencias. Dale un toque especial a tus prendas para hacerlas únicas y especiales.

Colores correctos:

Nada de color carne a los hombres es precisamente este color de ropa interior el que menos les gusta, pues no les parece en lo absoluto atractivo.

El color de la lencería para mujer es clave también. El color rojo o negro son colores que además de elegantes y finos, favorecen a todo tipo de tonalidad de piel.

Tipo de sujetador:

Existen muchas clases y cortes de ropa interior. Por ejemplo, hay brasieres de media copa o copa completa, dependiendo, claro está, de lo que quieras mostrar y sobretodo, que se ajuste al tamaño de tu busto.

Tanga, braga o brasileñas:

Según los expertos de la moda, aunque las tangas nos gusten y parezcan cómodas y sexys, desafortunadamente no a todas las mujeres les sientan bien. Lo que sí le va a cualquiera son precisamente son las bragas brasileñas, que además de estilizar la figura son muy cómodas.

Camisón corto + bóxer:

Por más ricas y cómodas que sean, las pijamas de pantalón y blusa de manga larga, llenas de ositos y corazoncitos son para niñas. Para potenciar tu sensualidad y dar una imagen sexy, es muy recomendable que te pongas un camisón corto o camiseta sin mangas, no muy aguada, y un calzón pequeñito o bóxer